Es una parte clave en el tratamiento multidisciplinar odontológico. Se ocupa de cuidar, tratar y mantener los tejidos que rodean a los dientes. Las enfermedades periodontales son cada vez más comunes; y si no se diagnostican correctamente y se tratan llegamos a una pérdida de estos tejidos de sostén y finalmente a la pérdida dental.
Gracias a esta disciplina llegamos a conseguir resultados exitosos a la hora de mantener los dientes en boca con su funcionalidad. Y sobretodo, podemos evitar que la enfermedad evolucione y así mantener al paciente en un estado de salud bucodental óptimo alargando la vida de sus dientes lo máximo.
Consta de un diagnóstico preciso mediante una serie radiográfica dónde podremos observar cuán es la pérdida de soporte de hueso que presenta el paciente y una serie de mediciones, conociendo así en qué punto nos encontramos. Después se planificará el tratamiento que constará de una fase inicial dónde conseguiremos eliminar todos los factores irritantes que producen este problema. Y finalmente, tras instaurar al paciente en una buena higiene oral en casa, pautaremos cada cuanto tiempo deberemos hacer visitas de mantenimiento con la finalidad de que la enfermedad se reactive y las consecuencias sean peores.